miércoles, 23 de julio de 2014

Cacho

Siempre renegué de la imagen del Che, pero siempre lo considere un hombre sensible. Como lo deberían ser todos.
Siempre pensé que ese tipo de hombre no había desplegado sus bondades sobre este suelo. Pero estoy descubriendo a un hombre, un hombre sensible, con ternura. Y que es quien mas ayuda a comprender este momento histórico. Por lo tanto, un compañero.
Cacho, te veo tomar un mate y casi que podemos conversar. Cuando es que todo se fue al carajo? Cuando se emparento el rol del buen militante con el de buen empleado publico?

Y es desde la pertenencia, el lugar donde se pueden realizar las mas dolorosas criticas, porque colaboramos, no pudimos, no estuvimos, no supimos. Quedan algunas esperanzas, algunas ternuras, y sigo añorando tu  mate. 
Te invitaría a mi balcón, porque esas charlar apasionadas de política, las extraño, las revivo en vos. 
Te leo y te extraño. 
Y revivo la convicción
, el pertenecer, el ser. Y no poder escapar de eso. La angustia que genera, pero la inmensa felicidad. Instantes. Patria. Y que eso sea al fin nuestro ultimo objetivo. 

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